Muy cerca de Santo Tomé se encuentra el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda, templo mudéjar consagrado en 1221, donde se puede contemplar interesantes frescos románicos. Anexo a Santo Tomé, se sitúa el Palacio de Fuensalida también de estilo mudéjar, y a escasos minutos más abajo El Museo de El Greco, junto a éste la Sinagoga del Transito, sede del Museo Sefardí. Continuando por la calle Reyes Católicos llegamos a la Sinagoga de Santa María la Blanca (s,XII) en plena aljama toledana. Seguimos nuestros pasos alcanzamos la Escuela de Artes y Oficios. Junto a ésta escuela se haya el Monasterio de San Juan de los Reyes.Si continuamos bajando podemos cruzar el río Tajo por el Puente de San Martín (s.XIV), o bien abandonar el casco histórico a través de la Puerta del Cambrón, una de las salidas más antiguas de la ciudad, de origen musulmán. Cerramos nuestro caminar por la ciudad a través del Paseo de Recaredo, terminando nuestro trayecto frente a la Puerta Vieja de Bisagra, o de Alfonso VI (s.X),única puerta que queda de lo que fuera la antigua muralla árabe.
El trazado medieval del casco histórico de la ciudad conserva la estructura urbana característica de origen árabe. Es un privilegio único en el mundo la panorámica de Toledo que se puede contemplar desde el valle. Así desde el exterior, la imagen de la ciudad muestra una disposición muy bien estructurada, con un núcleo urbano peculiar y único.
Muy importante su gastronomía, platos como las típicas carcamusas, la perdiz, el venado, el jabalí, el conejo o liebre, o su repostería famosa de mazapanes y toledanas.
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